Y si no comes carne ni pescado ¿Entonces tú qué comes?

Y si no comes carne ni pescado ¿Entonces tú qué comes?

Y si no comes carne ni pescado ¿Entonces tú qué comes?

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¡¡Hola!!

La última receta que publiqué en el blog fue en febrero…¡Lo que ha llovido desde entonces! Sigo experimentando con los alimentos, haciendo recetas de otros blogs, y variando algunas. Lo que pasa, es que, precísamente por ese motivo, porque siempre estoy curioseando blogs de cocina, me apetece más bien poco publicar mis propias recetas, porque por un lado quiero explicarlo todo bien para que se pueda entender el paso a paso, pero por otro cuando veo mis publicaciones me parecen de un cutre exagerado, las fotos son horrorosas y creo que tampoco me explico lo bien que debiera. Así que como mi intención es haceros saber que aunque no coma productos de origen animal, no me alimento de lechuga (precisamente :P), quisiera aprovechar este espacio para lucirme, y enseñaros algunos de mis logros culinarios de estos meses, y ver si un día de estos me animo a hacerme un canal de Youtube e ir explicando lo que hago paso a paso para que lo podais ir viendo bien, o me organizo un pequeño lugar con buena luz y una cámara decente para hacer fotos bonitas y que al menos sea agradable a la vista los platos que voy cocinando…sinceramente, sigo mirando mis fotos anteriores y no te creas tú que me dan muchas ganas de repetir los platos anteriores que he publicado XD.

Quienes me conoceis, sabreis que yo eso de alimentarme de verduras o frutas…como que no lo veía nada claro. Soy, de las malas comedoras, la peor, mi madre os lo podría asegurar ahora mismo. Nunca sabe qué cocinarme, no he conseguido comerme una fruta en la vida, me dan arcadas sólo con oler los tomates, soy de las que siempre anda apartando en los platos un trocito de pimiento o de cebolla cortada un poco más grande de lo normal….un desastre vamos.

Total, que un día en mi vida que estaba aburrida me empiezo a ver vídeos de cómo sacrifican a los animales en las granjas, cómo son criados y torturados en ese proceso. Y empiezo a acongojarme un montón. ¡¡Que yo comía y cenaba carne a diario!! ¡¡La cantidad de animales que habrían matado sólo para que yo me sobrealimentara!! (porque encima estoy bastante hermosa). Empecé a pensar que esto no podía ser, y al ir leyendo más y más (escribí hace un año un post sobre un libro maravilloso que podeis leer aquí), me dí cuenta que no podía continuar con ese círculo vicioso, así que decidí cambiar.

Y justo en ese momento se me abrió un mundo completamente nuevo: el de descubrir nuevos sabores, nuevos alimentos y sobre todo, nuevas combinaciones. A la gente cuando le dices que no comes carne o pescado, o derivados animales suele reaccionar abriendo mucho los ojos y soltándote «¿Y entonces qué comes?». Sí amigos, la eterna pregunta del millón. Pues comemos de tooooooodo lo demás, a saber:

  • Legumbres de todo tipo (antes sólo conocía las lentejas, los garbanzos y las habichuelas, pero hay muchas más variedades, y todas súper ricas, como el azuki, la soja, la quinoa, el mijo, etc)
  • Frutos secos (sólo los comía en navidades, pero los suficientes para todo el resto del año, oye) Muchos frutos secos son bases para hacer salsas, quesos, y hasta embutidos vegetales. Hoy en día puedes aportarle al organismo una cantidad de proteína adecuada sin necesidad de comerte a otro ser vivo, por suerte, gracias a tomar unas nueces o almendras, o manteca de cacahuete.
  • Semillas como el sésamo (sí, eso que lleva el pan de hamburguesa por encima), el lino, la chía, y luego las pipas de toda la vida, de girasol o de calabaza. Toda una fuente de nutrientes al alcance de nuestra mano.
  • Verduras de hoja, como las espinacas, las acelgas, todos los tipos habidos y por haber de lechugas, canónigos, rúcula…pfff, ¡¡hay un montón y no sólo sirven para hacerte ensaladas!!
  • Hortalizas de todo tipo (aquí me podría extender toda una página, porque hay una variedad tremenda, desde los bulbos como el ajo o la cebolla, pasando por los tubérculos como la patata, el boniato, la zanahoria o la yuca, berenjena, calabacín, pepino, calabaza, nabo, hinojo, alcachofa, brócolí, coliflor….¡hay  muchísimas!
  • Germinados, los cuales han demostrado tener infinidad de propiedades y se preparan en casa rápidamente.
  • Cereales y harinas (saber que hay algo más además del trigo y el maíz te puede cambiar la vida, de verdad…como el centeno, la avena, la espelta, el trigo sarraceno, el kamut, cebada, arroz, garbanzo, amaranto…)
  • Frutas (tropecientasmil, ácidas, dulces, neutras, secas, todas de temporada y ahora con la globalización tenemos a nuestra disposición muchas exóticas que antes las veíamos y éramos incapaces de identificarlas…bueno…y a veces ahora también XD)
  • Productos más elaborados que solemos comer los veganos, como soja texturizada, seitán, tempeh, yuba…en fín, cosicas de estas rarunas…

No me digáis que con todo este escaparate que os he puesto (que aún faltan mogollón de cosas) no se os ocurren platos para preparar…seguro que diez o doce fácilmente. Entonces, ¿dónde está el truco?

Pues el truco señores, no es más que este: LO MEJOR Y LO MÁS SANO ES LO QUE TÚ PREPARAS EN TU COCINA, LO CASERO DE TODA LA VIDA, pero sustituyendo productos animales por otros mucho más saludables. Quizás en este momento dirás: «Ya, pero es que yo no tengo tiempo de ponerme» o «Ya, pero es que yo no sé cocinar». Bueno, nosotros nacimos sin saber hacer casi nada y lo vamos aprendiendo. Yo creo que esto es un acto de responsabilidad tanto contigo como con tu familia si es que la tienes. Y mira, yo era un desastre antes de ser madre…y ahora que un ser pequeñito depende absolutamente por entero de mí, pues sigo siendo un desastre, pero un poco menos, porque trato de ORGANIZARME. Sí, ese es el quid de la cuestión, que una tarde, o un finde te pongas a cocinar y eches mano del congelador y tengas reservas para un montón de tiempo. Yo preparo hamburguesas, o lasaña, o cremas y sopas que congelo por raciones y así es tan fácil como que para un día con prisas lo saques del congelador y tienes la comida en un plis. Hoy precisamente, que llevo ya unos días escribiendo y retocando este post, dí con un artículo sobre la alimentación súper interesante, con enlaces a recetas que tienen una pinta espectacular y donde te explican de una forma clara, concisa y la mar de cachonda qué necesitaría un niño para crecer de forma saludable y sin consumir productos de origen animal. Si te interesa, pincha aquí.

Y es que si cuando vas al supermercado te paras a leer las etiquetas, puedes alucinar en colorines viendo los ingredientes que tienen, la cantidad de aditivos que les ponen (muchos de ellos de origen animal, como el E-120 que se extrae de la cochinilla, un insecto que si lo ves te entran escalofríos :S), y si lees los porcentajes de alimentos que llevan te llevarás más de una sorpresa. Por eso, cuanto menos producto procesado compres, te ahorrarás en dinero, en salud (llevan sal y azúcar a espuertas) y en preocupaciones. Y si no te lo crees, puedes descargarte alguna app para el móvil donde puedes consultar los distintos aditivos y saber si en exceso son malos. Te dejo un enlace aquí con los diferentes programas que son muy interesantes. Pero vamos, que con mirar las etiquetas ya puedes empezar a ver la cantidad de porquería que te meten en el cuerpo.

Ahora, te cuento que yo que siempre voy con prisas, he aprendido a hacer cosas mega rápidas que las preparas en un momento, o bien tienes congelados, o bien cosas preparadas en la nevera de las que puedes echar mano como patés o dips para «mojetear» con crudités o trozos de pan, o bolsas preparadas de ensalada (qué haría yo sin ellas) con las que aparte de ensaladas, se las pongo a hamburguesas, a durums con falafel, te sirven para un montón de cosas.

Esta es una pequeña muestra de lo mejorcito que he ido cocinando estos meses:

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Os voy explicando: en primer lugar (de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Tortitas Veganas (del blog de danza de fogones, podéis ver la receta aquí), tortilla de patatas sin huevo (sí, se puede hacer y sale muy buena, receta aquí), Durum de falafel con salsa de yogur (de soja), lasaña de verduras y soja texturizada con bechamel hecha con leche de soja, cuscus con verduras y hamburguesa de alubias negras y quínoa con patatas al horno (estas tres últimas de mi propia cosecha)

Aparte de esto, hay decenas de cremas, sopas, arroces, pastas, guisos, platos combinados y postres que puedes ir elaborando sin utilizar productos procedentes del sufrimiento y explotación de animales. Y como puedes ver, no sólo comemos ensalada. Es siempre cuestión de perspectiva, de cambiar de forma de pensar, y de estar un poco al loro de la nutrición más básica y de cómo obtener nutrientes de forma alternativa (hierro, calcio, etc). La personas que optamos por este camino, normalmente solemos estar un poco más puestos en el tema de nutrición que el resto, ya que es súper importante no tener carencias. Igual de grave es alimentarte comiendo comida procesada a diario y tener el colesterol por las nubes que comer sólo patatas y soja texturizada, con lo que, obviamente también tendrás problemas. Así que, si me permites un consejo, yo te recomendaría que indagaras, que dejaras de cocinar lo de siempre (que solemos cocinar siempre lo de sota, caballo y rey) y empezaras a cambiar cosas pequeñas, como por ejemplo, sustituyendo los patés de hígado por hummus por ejemplo (aunque sea comprado), o sustituyendo el atún de la ensalada por pipas, frutos secos, trozos de manzana, etc…te darás cuenta que de una forma sencillísima enriqueces tus platos y los conviertes en algo mucho más saludable.

Tu cuerpo, los animales y el planeta, te lo van a agradecer. Y yo, claro 🙂

¡¡Abrazos!!




 


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2 comentarios en «Y si no comes carne ni pescado ¿Entonces tú qué comes?»

  1. Sarmale

    Ay, me encanta lo que dices de mi blog (qué divertido). Yo no te conocía, pero ahora mismo te añado en los enlaces del blog (me encanta cómo escribes).

    Yo odio los plátanos y ahora se los echo a los batidos. También odio los pimientos y no los uso (solo hay una receta con pimientos en el blog, aparte del gazpacho). Y las verduras no las probaba mucho. Vamos, que si nosotras podemos, todo el mundo puede. Y además, no solo es que podamos y comamos fatal. Es que yo como muchísimo mejor. Y más sabroso. Y más todo.

    1. alubenia Autor de la entrada

      ¡Muchísimas gracias! Me encantó, ya tenía tu blog entre mis favoritos, pero este post me pareció brillante (aún podía haberte citado más, disculpa) Soy bastante novata en esto todavía aunque ya lleve un año, pero esto será una especie de «cuaderno de bitácora» para cuando Teo crezca. También he empezado a meter fruta en mi alimentación en forma de batidos, pero con las verduras rojas sigo teniendo unos problemones que pa qué jajajaja. Mil gracias por el comentario y un abrazote.

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