Hola a tod@s. Poco me ha durado la fiebre de escribir cada semana. Resulta bastante complicado cuando alguien ajeno a tí marca completamente tu agenda. Da igual que intente cuadrar los horarios, que intente organizar mi agenda para poder hacerlo todo a tiempo, que pretenda hacer menos cosas de las que hacía antes…no hay forma. No doy abasto, al menos en los últimos días.
«Mi querido Teo, si por fortuna el mundo no se acaba antes de que tengas conciencia para leer esto y entender a tu madre quiero mandarte un mensaje: empezaste a sacarme de quicio bien pronto, aunque si te sirve de consuelo, soy perfectamente consciente de que esto forma parte de tu evolución como bebé, así que no te lo tomes muy a mal ¿vale?»
Y es que supongo que si no todos, la gran mayoría de padres habéis tenido que pasar por este tipo de momento en que vuestros bebés de repente pasan de ser un peso muerto al que llevar plácidamente de un lado a otro, a un auténtico demonio de Tasmania: que quieren coger constantemente tu móvil, o el mando a distancia, o el libro que intentas leer cuando estás con éllos, que se revuelven cuando los llevas en brazos, que reclaman continuamente tu atención a todas horas y que lloran desconsoladamente si los dejas solo un momento.
Sí queridos…ese es Teo ahora, a los 6 meses casi recién cumplidos. Tenía muy claro que quería que mi bebé fuera autónomo lo antes posible, y para ello he intentado leer todo lo posible, estimularlo (sin pasarme) y seguir métodos que fomenten su aprendizaje como el BLW, del que os hablaré en otro post. Empecé pronto a pensar que quizás esto sería un arma de doble filo, y no me equivocaba: ahora Teo es un niño la mar de inquieto, felicísimo pero curioso a más no poder, y sobre todo, dependiente a lo bestia. Supongo por todos los foros que ando leyendo a toda hora, que la llamada «crianza con apego» que se supone que es lo que estoy siguiendo con el nano tiene estos inconvenientes, que necesitan pasar la etapa de estar pegado a tí para luego desapegarse, pero hoy literalmente me he cagado en la crianza con apego, en mi hijo y en mi estampa…Vamos, que creo que he entrado por la puerta grande en el Club de las Malas Madres 🙁
Y digo hoy porque he llegado a mi límite, pero vamos que esto ya viene de algunas semanas atrás….Empiezo con mi post de desahogo:
El bebechu ha sido la mar de precoz en lo que a dentición se refiere: le salió el primer diente sobre los cuatro meses y medio. A día de hoy ya tiene dos la mar de bonicos…y de letales!! Y es que ahora con la dentición, será porque tiene molestias o porque simplemente le apetece probar qué es eso que le está saliendo en la boca, pero me mete unos viajes que veo las estrellas y el firmamento en pleno. Y es que un mordisco a traición en pleno pezón debe de asemejarse a que te muerda una cobra en la mano….¡¡como mínimo, vamos!! Eso y que ahora pide teta cada dos por tres hace una media de dos o tres bocados al día…y a menos que os guste el sadomaso, no os lo recomiendo en absoluto… :S
Aparte de los dientes, llevamos prácticamente desde que nació «en modo tribu», esto es, con mis padres, con mi tía, con un montón de gente alrededor de él desde que era bien pequeño. Por un lado esto lo ha hecho bastante sociable, y normalmente no extraña a nadie (ahora ha empezado a flaquear y a llorar con gente ajena, pero no siempre, menos mal). Lo malo de eso es que prontamente tendremos que irnos a nuestra casa él y yo, «y vivir, vivir lo nuestro» que cantaba Mark Anthony. Pues bien, las semanas que pasamos solos en casa no fueron mal, pero estos días mis padres se han ido de viaje…y ha sido el CAOS. Pero de los buenos. Creo que mi hijo se harta de mí. Literalmente. Necesita escuchar otras voces o estar en otros brazos, porque se ha pasado tres días INSOPORTABLE, llorando por todo, sin dormir apenas en tres días, sin dejarme hacer absolutamente nada de nada, con mi consiguiente desquicie contínuo.
Uff…hoy ha sido un día duro para mí. No me arrepiento para nada de tenerlo conmigo, creo que nada me ha dado más felicidad en mi vida que él, pero es que hoy he sentido por primera vez unos sentimientos de rechazo brutales. De rechazo y de estamparlo contra la pared a ver si así se callaba, o de dejarlo llorando en la habitación y yo irme a dar un paseo a ver si me pasaba la ansiedad de estar todo el santo día con la teta, teniéndolo en brazos y revolviéndose todo el tiempo, o en la mochila mientras me apartaba a manotazos porque no quería estar en ella, soportando sus patadas cada vez que «juega conmigo o algo parecido» (que por la fuerza que tiene parece que me va a salir o futbolista o especialista en pisar la uva para hacer vino). No ha habido forma humana de poder hacerle callar ni moverme de su lado un sólo momento sin escucharlo protestar, y yo para morirme…y luego llega cualquiera, lo mece medio minuto y el hijo de hiena se duerme profundamente….está más que claro que ellos sienten absolutamente todo alrededor de su entorno, y nosotros les transmitimos de primera mano todo lo que estamos sintiendo en esos momentos, pero cuando tienes los ojos inyectados en sangre de no pegar ojo, a ver quien es la guapa que consigue calmarse un poco!! Esto me ha quedado más que comprobado…y desesperación absoluta, ayyyy.
¡¡A veces echo tanto de menos mis momentos de soledad!!. Muchísimo. Tanto que cuando Teo se duerme por las noches aunque me muera de sueño necesito mucho más disfrutar de escribir cuando puedo, de leer, de cocinar, de hacer esas cosas que hacía cuando estaba sola y tenía todo el tiempo del mundo para mi propio disfrute, lo cual me cuesta bastante caro: un insomnio creciente y dormir mucho menos de lo que realmente necesito 🙁 .Y es que eso de no poder encontrar ni un momento para depilarme como mínimo el puto bigote (que parezco Pancho Villa ya), o de poder ducharme sin prisas y echarme todos mis mejunjes habidos y por haber, o hacer mis mini sesiones mañaneras de yoga se me han ido al garete…ains.
Cuando veo en Instagram a mamis tan estupendas, que tienen dos o tres churrumbeles y salen en las fotos tan estupendísimas, o haciendo deporte y poniendose buenorras me pregunto como huevos harán para sacar dos horas diarias para hacer deporte y encima llevar a sus nenes tan rebonicos…vamos, que a mí a veces ni tiempo me da de peinarme!! Aquí la menda lo único que hace es mal dormir, mal comer, engordar y estresarme por no conseguir organizar mi vida ni un poquito. Me consuelo pensando que al menos yo estoy de guardia las 24 horas para satisfacer las necesidades de mi bebé, que eso es lo que tiene la teta entre otras cosas, que así le estoy evitando que en un futuro sea obeso, o tenga menos enfermedades gracias a la lactancia materna. Cosas así me van solucionando algo…pero poco, no te creas…al menos por ahora.
Así que nada, supongo que lo bueno que tienen estos estados de ánimo es que son temporales, que se acaban pasando, que al final hay que echar mano de quien sea para que te eche una mano y tú puedas evadirte un poco de esa realidad que es tan sólo la tuya, que nadie la ve como la ves tú y te das cuenta cuando la angustia y el cansancio consiguen abandonarte un poco…y luego ves a tu bebe durmiendo por fín, tan relajado, y no puedes por menos que amarlo sin condiciones, asumir que este es el principio de una etapa harto activa y diferente en tu vida, y que al final….todo, todo pasa.
Espero que si os ha pasado algo parecido me lo contéis para no sentirme tan remal por pensar estas cosas tan a menudo en los últimos días…
¡¡Abrazos!!
Te he dicho q por privado , pues no, acabo de venir de una semana de vacaciones sola con mis peques , 7 y 4 ….es el tercer año q lo hago … Pero .. Q las adoro , son el motor de mi vida .. Pero por favor … Dos segundos para mí !!
Antes de esto han estado un mes y medio con los abuelos en el pueblo ,a salvajadas es poco
Ya necesitábamos nuestra soledad , nuestra casa y nuestras normas . Tú eres tú y tu hijo y necesitáis vuestra paz .
Te quiero guapa
Gracias solete. El cambio de una etapa a otra ha sido demasiado rápido. Y la verdad, estoy disfrutando de cada momento, porque ahora el peque me reconoce, está interactuando conmigo mucho más. Y eso me encanta. Pero hasta la fecha todavía no sé gestionar estos procesos de exceso de energía e hiperactividad, supongo que cuando me pase media docena de veces tendré que hacer como Homer Simpson y pensar en Donuts jajajajaja. Un beso preciosa y gracias por tu comentario. Te pediré consejo para cuando planee algún viaje a solas con Teo :). Un besazo bombón.
He leído tu post de principio a fin, sin saber si me daría tiempo a terminarlo porque estoy a espensas de que se despierten mis tres angelitos jejeje. Comprendo la dureza de tus palabras, absolutamente. Creo que todas las madres pasamos por fases de estrés y agobio, solo que muchas se empeñan en mostrar únicamente el lado maravilloso de la crianza y ocultan todo esto que tu cuentas porque no es bonito, pero es la puta verdad.
No te sientas mal ni culpable, los peques tienen el don especial de sacarnos de quicio pero te irás dando cuenta de que forma parte del bonito aprendizaje de ser mamá. Yo me paso prácticamente todo el día sola con los tres (dos de ellos bebés) y por mucho que intente organizarme son ellos los que acaban marcando las pautas y sabes qué? estoy aprendiendo a adaptarme a sus necesidades, aprendiendo a agobiarme menos y a ser menos neurótica porque si no acabas con tu propia paciencia y te autodestruyes. Poquico a poco guapa, somos fuertes y estamos en esto porque los buenos momentos superan a los malos y hace que merezca la pena, mucho ánimo y si necesitas apoyo de cualquier tipo dame un silbidito 🙂
Muchísimas gracias Ali. La verdad es que admiro profundamente a las mamis como tú con familia numerosa. Al principio me preocupaba la idea de criar sola al mío, pero lo cierto es que las mujeres seguimos llevando la carga principal de los niños, estemos solas o no. A veces me encantaría tener pareja y poder contarle cómo me siento y desahogarme cuando me pasa esto. Al no tenerla, o lo exteriorizo escribiéndolo o me da algo. Ha sido la primera vez y me he sentido horrible. Anima bastante saber que es algo que nos pasa a todas. A ver si hago un viaje a Murcia y por fin nos conocemos, y conozco a tus peques, que seguro que están preciosos. Un besazo.
Hola!
No te sientas mal para nada… esto nos ha pasado a todas, los peques te llevan al límite del límite de tu límite… yo tengo un peque de 26 meses que es de alta demanda y llegue a un punto en el que asumí que temporalmente iba a dejar de intentar hacer cosas salvo cuidarle, y fue ahí cuando empecé a hacer más, ahora no planifico, me acuerdo que igual estaba durmiéndole en la teta pensando en la cena que iba a hacer o en el capítulo que me iba a leer y no se dormía, o tardaba mucho y me desesperaba, cuando empecé a entender que unos días me daría tiempo a hacer una cena elaborada y otros no, me fue mejor. Piensa que es temporal y cada vez se entretendrá más solo. Volví a depilarme sin cuchilla a los 24 meses, ahí me empezó a dar más tregua y aproveche. Mi peque tuvo cólicos los primeros 4 meses y fueron durisimos, ahí se me pasaba el día y. O me había duchado!! Solo puedo darte ánimo, todo pasa!!
Un abrazo fierte
Ay…siempre es un gran alivio saber que hay más gente que me comprende y se ha sentido alguna vez como yo…yo estoy igual…es que no me queda tiempo para hacer nada que no sea estar pendiente de él…ojalá consiga llegar a organizarme lo suficiente para que estos meses se pasen lo más llevaderos posible.
Mil gracias 🙂